06/08/2020

Las palabras "clásico" e "histórico" se suelen utilizar como sinónimos para hacer referencia a coches de cierta antigüedad, puede parecer que nos referimos a lo mismo, sin embargo, no es así para las administraciones competentes que regulan este tipo. de vehículo: la DGT, las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Los vehículos clásicos son vehículos que cumplen todos o la mayoría de los requisitos para convertirse en vehículos históricos pero que no han pasado por el proceso de conversión a esta clasificación.

El término “clásico” es el término más popular internacionalmente pero en España sólo existe un régimen especial para vehículos históricos. De ahí que el registro que se les otorga comience siempre con la letra H.

No hay duda de que histórico es el nombre correcto para el Estado. Así consta en el Real Decreto 1247/1995, de 14 de julio. En el que se aprueba el Reglamento de Vehículos Históricos, que posteriormente fue modificado por el Real Decreto 920/2017.

Para que un auto sea considerado histórico, debe cumplir con las siguientes condiciones para que el vehículo sea matriculado; debe haber sido fabricado o matriculado por primera vez hace 30 años o más, no se deben fabricar más unidades de ese modelo y debe mantener su estado original sin cambios en sus características técnicas.

Todo vehículo que cumpla con alguna de estas características podrá ser clasificado como ‘vehículo histórico’ a los efectos legales, lo que podrá solicitar el propietario a las autoridades competentes.

Todos los vehículos mayores de 30 años pueden disfrutar del beneficio del Impuesto de Circulación, generalmente, la mayoría de los ayuntamientos lo practican una vez llegada esa fecha, y en algunos casos, este tipo de vehículos pueden disfrutar de unos seguros considerablemente más económicos.

Vehículos de colección: aquellos que, por su interés, relevancia o por ser raros o peculiares, deban ser catalogados como vehículos históricos, aunque no tengan más de 25 años.

Los vehículos de colección son aquellos que pertenecen a las primeras décadas de la historia del automóvil, normalmente aquellos modelos que por su morfología difieren de los coches actuales.

Tener, querer o conservar un clásico no lo convierte en un vehículo de colección por defecto, debe tener alguna característica que lo haga destacable y sobre todo, deseable para los coleccionistas.